¡Me gustan los estudiantes!

Este artículo lo escribo debido a una necesidad personal. Aclaro que he seguido el conflicto de los estudiantes secundarios al igual que la mayoría de los ciudadanos comunes y silvestres de este país. Es decir, viendo las noticias de tarde y noche por la televisión.
En primer término, aclaro que estoy a favor de los estudiantes y su movilización, ya que soy un convencido de que la educación chilena es mala y requete recontra mala. En consecuencia, creo que la paralización de actividades escolares y las tomas de los liceos es lo mejor que estos muchachos han hecho en décadas, pues hoy no es posible pedirles nada en cuanto a lenguaje, matemáticas, ciencias y otras materias que se supone, la educación debía haberles entregado.
En segundo término, me llama la atención el nivel de adhesión que los secundarios han logrado, pues hasta el momento (martes 31 de mayo del 2006) no escuché ninguna opinión descalificando el accionar de los adolescentes y la justicia de sus peticiones. Para graficar lo anterior, entrego algunos ejemplos: un alcalde, “udioso”, ex “milico” y más encima adorador del sátrapa apoya las movilizaciones y encuentra que la educación chilena es pésima. Si un personaje de estas características lo dice... El Ministro del Interior propicia un cambio en planes, programas y herramientas afines ya que, en su opinión, sólo la buena educación nos hará grandes. Senadores y diputados creen que un mejoramiento en la educación puede conducir a que algunas personas en Chile aprendan a redactar leyes y también a que disminuya la mentira. No en vano un ex ministro de Obras Públicas opina que un mejoramiento educacional llevará necesariamente a la disminución de las coimas y de los arreglines.
El accionar del gobierno concertraicionista se ha visto absolutamente errático. Descolocados, no han tenido capacidad de reacción, tampoco se muestran como personajes creíbles y con condiciones para solucionar aquellos puntos planteados por los estudiantes, especialmente aquellos de largo plazo y que tienen que ver con el cambio de la Ley Orgánica Constitucional de la Educación (LOCE). La presidenta no aparece y da la impresión que no saben que hacer o que están esperando que el movimiento se desgaste tan sólo por el paso del tiempo. Párrafo especial merecen los Carabineros, que han agredido a manifestantes estudiantiles sin mediar provocación alguna, han golpeado a niños, a niñas, a reporteros, a transeúntes y a cuanto hombre o mujer se ponga a su alcance. La gente no entiende esta forma de actuar, si se supone que estos seres humanos (aunque usted no lo crea) deben resguardar el orden y no iniciar acciones agresivas que desaten el caos, como lo hicieron en los mejores tiempos de nuestro bien amado fhürer. Es decir, ¿se están mandando solos los pacomios? ; ¿quién responde por su demencial proceder?.
Para terminar esta primera parte, puedo decir que algo está pasando y no sabemos qué. Todos apoyan pero no hay solución. ¿ Serán capaces los últimos concertraicionistas de acometer el esperado cambio y afectar los intereses de aquellos que lucran con la educación al haberla convertido en una mercancía de mala calidad y con “mercados” tan imperfectos como los que se observan en el “negocio” de la enseñanza?. Mi perro Horacio, preparándose para rendir la PSU gratis, pide tribuna para entregar su informada opinión, lo que sucederá en el próximo artículo, redactado de forma íntegra por este adelantado can, siempre y cuando haya recibido su carnet escolar gratis.