Thursday, November 10, 2011

A trabajar, ¡delincuentes!

Como casi siempre, la sabiduría popular no se equivoca. En este caso y ante el avance de la delincuencia y el fracaso del gobierno de Piraña y su lugarteniente Gilpeter para contenerla, las “sabias” amas de casa, azuzadas por un comunicador radial, “Don Pablito” que le dicen, proponen hacer trabajar a todos los delincuentes, sin olvidar por supuesto a los encapuchados. Como si esto fuera poco, no ha faltado el “iluminado” que sugiere la posibilidad que con los dineros que el trabajo de los malandrines produzca, se financie la reforma educacional y se pague el pre y el post natal. ¿Qué le va hayando? “Uséase” algo así como “Hágame esta cuartita”. Estas sabias y sabios del pueblo, han descubierto ni más ni menos que la “chancaca de Paita”, demostrando que en Chile la inteligencia no existe y que los planificadores, la gestión y los ingenieros comerciales, entre otros, son lastres heredados de quién sabe quién ni siquiera de donde. ¡Cómo no se les ocurre a ellos, con tantos y tantos millones que ganan, comadre!, ¡Sí, pues Pablito, si yo escucho “Pudahuer”, la radio de Chile!, anóteme pa’l desayuno con churros y chocolate junto a los wachiturros, no sea malo, ¿no ve que la “Pudahuer” es mi radio?
Trabajo no les faltaría, ya que por sus condiciones, tales como el engaño, la mentira, la ambición desmedida, la deslealtad, la traición, el robo, hurto, sustracción y otras que sería largo anotar, están aptos para ocupar cargos en el Gobierno Central como ministros, subsecretarios y jefes de confianza del actual Gobernador General, sin contar que puede elegir asesores en cualquiera de las cárceles y centros de detención del país. Alcaldes, concejales, gobernadores, intendentes y similares saldrían de todos los penales, seguro que la administración de la Nación no se resiente y capaz que mejore, dado que el que está entre las rejas casi siempre reconoce sus culpas y comparte con sus iguales el producto de sus rapiñas. Muy importante, no se debe olvidar que cumplen los requisitos para ejercer como diputados y senadores, jueces y abogados, ejecutivos de grandes empresas tales como La Polar y las cadenas de farmacias. En otras palabras, los delincuentes deben remplazar a las 4 mil familias en Chile que reciben un ingreso mensual promedio de 19 millones de pesos, ingreso que supera en ¡865 veces! el promedio que reciben mensualmente el 99,9% de las familias restantes. Aquí es donde me confundí y pregunto: ¿Dónde era que estaban los delincuentes?
Mi perro Horacio, obligado a entrar en la conversación, dada su condición de can esclarecido y más encima “escueliado” pone las cosas en su lugar y explica que, con una economía que tiene alrededor de 8% de cesantía conocida como estructural, es decir que ese porcentaje siempre existe, ya que el sistema la considera como mano de obra de remplazo en caso de cualquier falta de respeto de la rotería obrera contra sus patrones, tales como huelgas y presiones al alza de los escuálidos salarios, no hay puestos de trabajo para aquellos que deben permanecer tras las rejas. Por otra parte, reflexiona Horacio, es difícil saber realmente donde están los verdaderos delincuentes, si en la “capacha” o en libertad, ejerciendo los cargos ya nombrados o dictando cátedra sobre la libre empresa después de haber saqueado las empresas del Estado con la venia del sátrapa que Satanás tenga a su diestra y con la complicidad de “Udiosos”, Renovación “Nazi-anal” y la “concertraición”.
Por último, dice este perro, no hay que olvidar que los problemas que se producen en una sociedad que se organiza de determinada manera, son responsabilidad de esa sociedad completa y su forma de organización, por lo tanto, las viejitas que opinan en la radio de “Don Pablito” también tienen su cuota de responsabilidad. Para terminar, mi perro informa de la ejecución de una funcionaria china que ocupando un cargo del Estado, recibió sobornos por 23 millones de dólares. Si aquí en Chile se ejecutara a quienes se aprovechan de su condición de funcionarios del Estado, para recibir sobornos, el número de tumbas en los cementerios aumentaría considerablemente, a la vez que bajaría el número de delitos, ya que una de las causas del mismo, es la convicción de que no todos reciben el castigo que se merecen por sus fechorías.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home