El mercado de la política.

Para sincerar y dignificar el accionar de los parlamentarios que “adornan” el Congreso Nacional, he decidido comenzar desde hoy mi campaña con miras a lograr un escaño en el Hemiciclo, con la certeza de que lograré mi cometido. Méritos no me faltan ya que confieso mi ignorancia en todas y cada una de las materias que los legisladores deben a menudo tratar y eso me coloca por encima de todos, pues no tengo prejuicios acerca de ningún tema y si meto las patas y por qué no también las manos, me puedo justificar diciendo que yo no sabía. Además, es bien sabido que para legislar no es necesario hacer leyes buenas, todas deben ser malas e inaplicables. Si usted recuerda, se dará cuenta que la ley de concesiones es mala, la ley que reformó la salud pública es mala, la ley de financiamiento a los partidos políticos es mala, la ley de presupuestos es mala, la ley de libertad de prensa es mala, la ley de reforma procesal penal es mala, la ley electoral es mala, la ley que regula la subcontratación es mala y así suma y sigue. En resumen, ¿ha escuchado por ventura a alguien, uno sólo, que haya dicho que una ley es buena?
Como integrante de uno de los poderes del Estado, no voy a tolerar que nadie, ¡absolutamente nadie!, pretenda enlodar mi nombre gratuitamente. Durante toda mi vida política, esa que parte precisamente hoy, mi actividad pública ha estado totalmente desprovista de actos de corrupción o de faltas a la ética, a la moral o a la transparencia. En consecuencia, quien pretenda ensuciar mi límpida carrera, debe pagar cincuenta millones de pesos, al contado o en cuotas mensuales más los intereses. Estoy dispuesto a comprar facturas falsas por un diez por ciento del total que justifiquen, si usted desea adherir a mi candidatura, pagaré en efectivo por su firma, converse con Horacio, primer operador político canino y jefe de mi comando de campaña. Todos aquellos que trabajen a mi lado serán monetariamente recompensados, no acepto ideologías ni principios, ni proyectos de futuro, sólo honradez y transparencia para estirar la mano y recibir el billete, debidamente justificado y después recuperado desde las arcas fiscales.
Que nadie se llame a engaño, estoy disponible para todo tipo de actividad política. Leyes a favor de los empresarios, a favor y en contra de los trabajadores, cuerpos legales propuestos por el Gobierno y también por la oposición, leyes orgánicas, leyes con rango constitucional y decretos de nombramiento de contralores y magistrados. Por supuesto, todo tiene su precio, el tarifado respectivo se publicará en mi página web www.diputadodepe$o$.cl. Como yo sé que usted se ha interesado de inmediato en mi mensaje directo y claro, le pido que me mande una donación en dinero, de regreso le enviaré los formularios para que la descuente de impuestos con una importante utilidad a su favor.
Integraré comisiones investigadoras, haré defensas corporativas, aceptaré responsabilidades políticas, estoy dispuesto a desaforar y a ser desaforado, todo a cambio del vil billete, consulte la página y encontrará el servicio que necesita. Presupuestos especiales a instituciones, descuentos a organizaciones sin fines de lucro. Oferta por inauguración: una defensa corporativa, un lobby presidencial y tres apariciones en televisión mintiendo descaradamente por sólo nueve millones novecientos noventa mil pesos, incluye IVA. Si mis colegas de la derecha me necesitan para leyes que signifiquen saqueos a las últimas empresas públicas que van quedando, les hago un buen precio, total, con plata baila el monito. Si desea más información, mande veinticinco mil pesos y dentro de diez días mi perro Horacio le contestará, siempre y cuando siga conmigo, ya que hasta ahora no hay acuerdo sobre el monto de su mordida y negocia su participación en una comisión secreta que investigará la corrupción.