Thursday, February 16, 2012

"Periodistas" deportivos

Me comenta mi perro que durante sus vacaciones, llevadas a cabo en bellos lugares rurales, con ausencia total de la caja idiota, se dedicó a escuchar radio. Como se trata, me dijo Horacio, de pasarla bien y no abrumarse con las miserias que se oyen cada día, evitó poner oreja a las noticias tradicionales, como enterarse que Piraña no paga ni siquiera el sueldo mínimo a sus trabajadores, demostrando de paso que toda la bulla y parafernalia que arman la veterana Matthei y el trastornado Mangueira son nada más que voladores de luces, ya que fueron, son y serán representantes de la clase patronal, con instinto de clase y a favor de los intereses del sector al que pertenecen (aclara mi perro que se refiere a los grandes patrones, no subirse al carro los de medio pelo y tampoco aquellos que viven a palos con el águila).
El caso es que mi perro optó por escuchar programas radiales deportivos, dado que después de un año dedicado al estudio y análisis de temas serios y hasta decisivos en la marcha de la actualidad mundial, quería distenderse y gozar con los profesionales de la comunicación radial, escrita y televisiva (los que comentan en radio también lo hacen en otros medios). Echado a las orillas del río Quepe y gozando de las finas atenciones recibidas en el camping de don Carlos Trecaman, soportó estoicamente las arremetidas del poeta del gol, el trovador de la gambeta, el filósofo de la pelota, el besador de camisetas, el tejedor de redes y el ermitaño de los palos. Al tercer día, mi perro decidió escribir esta columna, pues opina que no es delito hablar tanta estupidez, total, se trata de fútbol y no hace mal a nadie, pero considera mi ilustrado can que los tipos que ocupan los micrófonos en las radios chilenas abusan, lo hacen con alevosía y en despoblado. Como una manera de ejemplificar lo anterior, mi perro recuerda que uno de estos “poetas” opinó que a un determinado equipo le faltaba “un manija”. Sí, tal como se lee, es decir, proclamó “urbi et orbi” lo siguiente: “ese equipo no funciona porque no juega con “un manija” ¿Qué le va hayando? El segundo ejemplo corresponde a una comentarista en cancha, la que se mandó esta “perlita”: lo que pasa es que el equipo “no tiene la tenencia” de la pelota. A lo anterior se agregan las ya tradicionales y ridículas expresiones: el minuto sagrado, la pelotita, la gorda querida (refiriéndose al balón de fútbol), abrochar el partido, buscar el partido y otras sandeces más que mi perro, saturado, no logra retener. Horacio, como cultor del fútbol, sabe que los equipos juegan con un arquero, defensas, mediocampistas y delanteros. Escuchando la radio se ha enterado que actualmente los entrenadores deben alinear más de once players, dado que, según los profesionales del micrófono, ahora existen los volantes de corte, volantes mixtos, volantes de salida, volantes de quite, volantes de marca, volantes de apoyo, volantes fantasmas y volantes mentirosos, sin olvidar al nombrado “manija”.
Después de una semana completa escuchando programas deportivos radiales y hasta dos veces cada día, Horacio llega a la conclusión que estos tipos desprestigian totalmente la profesión de periodista, en especial aquellos que consideran que lo que están hablando es de vital importancia para la marcha de la nación y del mundo. Propone que la “profesión” de periodista deportivo sea impartida por un centro de formación técnica, total es poco y nada lo que deben aprender, sólo una lista de términos idiotas, muchos de ellos nombrados en este artículo. El éxito dependerá del “talento” que demuestren para inventar y hablar atrocidades, hasta lograr asesinar completamente el bello idioma español, el mismo que mi perro defiende (o al menos trata de hacerlo) en cada una de sus columnas. En la misma línea se ubican los “periodistas” de farándula, que no necesitan asistir cinco años a una universidad para revolcarse en el barro maloliente de la farándula nacional, creando, inventando y alimentando cahuines para personajes de dudosa reputación, contribuyentes todos de la tremenda incultura nacional, líderes de los ratings televisivos y gestores destacados de la inconsciencia de nuestro cada vez más ignorante pueblo.
Termina mi perro tratando de reproducir un despacho efectuado por un “periodista” de radio ADN Noticias, 91.7 del dial FM: “el perro, ante la muerte del niño por electrocución debido a una lavadora en mal estado en la comuna de Lampa, ladró durante veinte minutos seguidos. Desesperado por la no concurrencia de algún adulto, el perro procedió a MAULLAR…”. Y eso que no era periodista deportivo, pero méritos no le faltan. Cuando el perro políglota se disponía a rebuznar, llegó una tía del fallecido pequeño.

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