Entienda sin entender

Con asombro observamos como Joaquín Tontín se declara partidario de la señora Bachelet e inicia una nueva era en política, la del Bacheletismo aliancista. Esto quiere decir, ni más ni menos, que en poco tiempo estarán repartiéndose el animal no sólo los concertraicionistas, sino que también participarán de la conchupancia y a todo ritmo Mangueira, Colloma, Tarraín, Piñata y toda la manga de desatinados que los siguen. Como es de esperar, se duplicarán los presupuestos para Ferrocarriles, para Chilerecortes, para el MOP, el “Chantantiago”, el Sendero de Chile (donde empezamos a conocer que se les cayó plata por el camino), el Biotren y cuanta obra e institución donde se pueda repartir, ya que los bacheletistas aliancistas recogerán el “tellebi” con una puruña y no habrán comisiones investigadoras ni denuncias por corrupción y saqueo, las que tanto perjudican la imagen internacional del país. ¡Cinco mil para mí, cinco mil para ti! (millones, se entiende. Termine de una vez con esa trasnochada inocencia, no se la cree nadie).
Con este nuevo e inédito referente político, se debe buscar un candidato representativo de ambas bandas, se perfilan con grandes posibilidades Michequín Lavinet y Jochel Bachevín, ambos surgidos de las canteras mismas de este nuevo y definitivo maridaje nacional, que promete –una vez más- sacarnos de la pobreza y del tercer mundo en que vivimos para darnos una vida de primer nivel, sin delincuencia ni necesidades de ningún tipo. ¿Cuánto para ti y cuánto para mí?
Entrevistado Lavinet para conocer sus gustos y preferencias, se mostró como una persona locuaz y falto de palabra, tímido y con mucha personalidad, dijo que era partidario y estaba en contra de los obesos anoréxicos, que le gustaban mucho y aborrecía totalmente a los honrados ladrones y si lograba la primera mayoría, gobernaría para los flojos, sinvergüenzas, aprovechadores, concertraicionistas, aliancistas, autoridades civiles, eclesiásticas y militares, empresarios, trabajadores, castos, puros, pecadores, terroristas, partidarios del orden, empresarios, liberales, conservadores, maricones, vacas, gays, homosexuales, lesbianas, hombres, mujeres, viejos, jóvenes, alcohólicos, abstemios, jugadores, parranderos, emprendedores, innovadores y también para todos los demás.
Por su parte Jochel Bachequín dijo provenir de la corriente Allendista-pinochetista y que su vocación de analfabeto lo llevaba a leer a diario, que prefería la dieta vegetariana carnívora, que respetaba el medio ambiente y estaba por favorecer la contaminación empresarial. Consecuente con la nueva etapa, aseguró que todo aquello que promete no lo cumple y si llegaba a sentarse en el sillón presidencial lo haría de pie y dirigiría el país asesorándose únicamente –pero no en exclusiva- con los excelentes y pésimos sabios ignorantes que la Nación posee.
Mi perro Horacio, esta vez sí que no entiende absolutamente nada y se niega terminantemente a entregar su opinión, la que se expresa como sigue: Horacio está cien por ciento convencido, aunque no del todo, que Concertraición y Alianza son dos astillas del mismo palo, que en un momento determinado comprenderán que es pérdida de tiempo jugar al paco y al ladrón (ahora se puede ser carabinero, detective y colizón), en circunstancias que es perfectamente posible repartir el botín unidos, pues sólo pierden los chilenos y el país, pero eso a nadie le importa. Enredadamente aclara sin embargo, que no hay mal que dure cien años. Funda su esperanza (en eso coincide con el doctor) en los jóvenes, en el despertar de sus conciencias y en la creación de un nuevo individuo que deje atrás de una vez y para siempre tanta miseria basada por supuesto en la pobre y triste condición humana.