Sobresueldos

Una vez más, la canalla derechista pretende enlodar a funcionarios de Gobierno, denunciando cobro de sobresueldos a través de Gendarmería entre los años 2000 y 2006. Nada más alejado de la realidad. En esta ocasión, se trata de cobros absolutamente legítimos, pues los ministros, subsecretarios, embajadores y parlamentarios oficialistas no han hecho nada más ni nada menos que asesorar a quien debe cuidar a los presos en materias en las que son totalmente expertos. En efecto, la citada Institución comenzó un proceso de modernización que permitiera a sus efectivos llevar adelante un programa de reinserción social de delincuentes y encargó estudios especializados, necesarios para comprender la psicología con que el malandrín actúa y consigue evitar el castigo de la sociedad para seguir por la vida con sus tropelías. Entonces, ¿qué mejor que consultar a los que efectivamente son los mejores y más experimentados? Cuando se entregue el listado de los trabajos, se verá la magnificencia de los informes en materias tales como “Vida y obra de un coimero”; “Andanzas diplomáticas de un estafador”; “Teoría y técnica del sobreseimiento”; “Impunidad ministerial y parlamentaria”; “Campañas políticas. Financiamiento a través de programas de empleo”; “Quince para ti, veinte para mí” y otros magníficos volúmenes de largo detalle.
En todos ellos se vuelca la experiencia acumulada por más de diecisiete años y es posible establecer un perfil de los sinvergüenzas, el que Gendarmería tendrá muy en cuenta para poder tratarlos en las cárceles concesionadas, las mismas que no terminan de construirse debido a que los mandantes de aquel entonces, estaban adquiriendo “vivencias” para convertirse en reputados asesores.
Hojeando el Manual del Estafador, elaborado por un Ex Ministro de Justicia (¿qué será eso?), se lee: “esta acusación enloda mi prestigio y mi familia, especialmente a mi esposa y a mis hijos (los que) sufren con estos falsos cargos. Declaro enfáticamente que perseguiré civil y criminalmente a quienes pretenden descalificar mi carrera política, hecha a base de grandes esfuerzos, dedicación y sacrificio, donde mi único norte ha sido servir a mi país y a su gente”. Otra: “aquí se trata de un asesinato de imagen, pero no descansaré hasta descubrir a quién o a quiénes están detrás de esta verdadera infamia”. La última: “nunca, jamás, he recibido dineros de institución pública alguna, ni para mis campañas y mucho menos para enriquecimiento personal”. No crean, dice el autor, precisamente son esas las claves que aparecen en el perfil del timador, amén de su sangre de horchata, su cara de callo, su bolsillo sin fondo y su mano de rapiña.
Mi perro Horacio, está convencido que una vez que se tiran las manos y más encima se libra, no hay fuerza que pueda detener el aprovechamiento y el ladroneo. Opina mi can que eso viene pasando desde que la “concertraición” sintió el aroma del “tellebi” y que si se escarba un poco, más y más escándalos se conocerán, tantos, que dejarán de ser noticia. Si Tarraín, Colloma y Mangueira S. A. abren la comemote es porque sus “socios” gobiernistas no los han llevado en la “movida”. No olvida Horacio que los derechistas salvaron al Gobierno de mister Lakes convirtiendo en ley los sueldos que los ministros recibían por debajo de la mesa y para callado. En consecuencia, poca moral tienen para abrir el tarro ya que después del éxito de Alí Babá y los cuarenta ladrones, el mismo actor se prepara para interpretar la serie mundial El Capitán Corneta, salvador del mundo.