Monday, December 24, 2007

Acuérdate de mí.

Querido viejito pascuero:

Por favor, mándame para esta navidad un Transantiago con ocho mil buses nuevos, con aire acondicionado y con asientos para todos los pasajeros. También te pido que vengan con conductores educados y ojalá bilingües para que puedan orientar a tanto turista que viene a ver nuestras maravillas. Si no es mucho pedir, te solicito que en el paquete incluyas un moderno sistema de gestión de flota, con GPS y planes de mantenimiento y aseo. Viejito, este regalo que te pido no es para mí, sino que para todos los habitantes de la ciudad, y no tengan que esperar horas de horas en los paraderos, los que deseo sean de calidad y protejan a la gente cuando llueva. Agrega si es posible, vías segregadas, rapidez y comodidad para todos. No se te olvide mandarlo con un bajo precio del pasaje y con unos empresarios honrados, distintos a Rapiñaquis y Agarrete, para que se pueda arreglar el metro, tan caluroso y congestionado por estos días. Apelando a tu generosidad, envíame unos 20 ingenieros capaces de gestionar la flota y adecuar el sistema para que responda a las necesidades de la creciente demanda.

Viejito, lo que te encargo encarecidamente es que por favor me lo vengas a dejar personalmente, no me lo vayas a mandar con los políticos, ya que son capaces de cambiármelo por un montón de micros viejas, sucias, hediondas y roñosas, que aparecen cuando se les da la gana, con conductores de mal talante, con paraderos como las huifas, con calles llenas de hoyos, con congestión, demoras y largas esperas, con arreglines entre gallos y medianoche, Agarrete y Rapiñaquis incluidos. Es cierto, viejito, si son capaces de agregarle un montón de “técnicos” contratados porque son del partido y no tienen idea de para donde va la micro y vender mi regalo quizás a quien ni por cuantos millones. Como si esto fuera poco, capaz que quieran que la gente, a través del Congreso, les de más plata por las micros viejas, sin asientos, lentas e incómodas. Si no me crees, viejito, te pido que mires no más como están los ferrocarriles en el sur, en Concepción y en Valparaíso.

Querido viejito, si tú cumples este encargo, yo te prometo portarme bien, comerme toda la comida y ver la televisión chilena por lo menos tres horas diarias, para que tu veas los sacrificios que estoy dispuesto a realizar para que me des este regalo.

Lo único que no he podido lograr, es que mi perro Horacio crea en tí, venerado Papá Noel, pues este desgraciado can utiliza a diario los servicios del Chantantiago y está convencido que esa porquería no la arregla ni San Nicolás ni Mandrake el mago. Agrega que si algo hay que pedir, es que se vayan todos los sinvergüenzas, aprovechadores, estafadores, malandras, embaucadores, vendedores de ilusiones, los que juegan con las esperanzas de los populares y no les importa aumentar la desgracia diaria de tener que tomar micro. Como el perro no cree, repito, en seres fantásticos y todopoderosos, está convencido que la única forma de darles una PLR a todos estos facinerosos, es organizándose y terminando con ese estado pasivo en que la gran mayoría se encuentra, aceptando incluso la rueda de carreta de que el Chantantiago mejorará cuando se embolsiquen 400 o 500 millones de dólares por año. Aprovecha la oportunidad Horacio de desear que en cada uno de los hogares chilenos haya en esta navidad un plato de comida a pesar de la existencia de la concertraición y de la manga de desatinados de la oposición derechista y udiosa que los acompaña.

1 Comments:

Blogger The queen of machines said...

Pobre Perro Horacio! ni para la Navidad nuestro sabio can deja de lado su "esclarecimiento" y da paso a la ilusión, que en todo caso la matan día a día los genios del transporte y bueno, anto genio que anda dando vuelta por este malogrado país.

Que tengamos un mejor 2008!!

6:11 PM  

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