Nueva sociedad

25 de agosto de 2051. Esta es una nueva edición del programa policías en acción. En esta oportunidad, acompañaremos a la Policía de Investigaciones a la casa de un sujeto que ha sido vigilado por un lapso de más de seis meses, en la operación llamada “Atrás Satanás”, por lo que se tienen suficientes antecedentes de las conductas seguidas por el dueño de casa, un antisocial que arrastra a su familia por los caminos de perdición, incluidos sus dos hijos menores. ¡Acompáñennos!
Son las once treinta de la noche y en este momento, dos funcionarios proceden a derribar la puerta del domicilio. Como era de esperar, el individuo duerme acompañado de su esposa. Sus hijos, en dormitorios separados, también duermen, en circunstancias que a esta temprana hora los dueños de casa están sirviéndose un copete y sus hijos, como todos los muchachos procedentes de familias normales, están en la calle peleando, cogoteando, asaltando micros, quebrando vidrios o en última instancia, drogándose como corresponde. ¡ya, ya, ya! ¡levántate y tírate al suelo!, no tratís de oponer resistencia, porque te tenimo’ cachao y aquí hay una orden del magistrao para allanate y detenete…
Pero señor, ¿de qué se me acusa, si yo no he hecho nada? ¡por favor, señor!, ¿no ve que están mis hijos?. ¡que se levanten también! ¿creih que no sabimoh lo que estai criando?. Señora… tranquila señora, si usted sabe las prácticas de su marido y nunca lo denunció ¿cierto?, ¿cómo que no habí’ hecho ná?, ¡ahora te hací’ la mosquita muerta! Vos soy una desgracia pa’ tus vecinos, una lacra, vai a terminar tus días secándote en la cárcel! Ya, registren too… ¿tení pasta base?, ¡no tení!, ¿tení yerba?, ¡no tení!, ¿dólares falso’?, ¡tampoco! A ver, a ver, ¿le pegaste a tu mujer, tajeaste al vecino o mataste siquiera a un perro del pasaje? ¡No!, más encima no tenimo’ antecedente de que hayai recibio coima’, no te pagan 1.400 litros de bencina, no habí sío estafaor, ni concejal, no te robaste ni siquiera la limosna de la misa cuando cabro chico, ¡como podí’ ser tan desgraciao’! Fíjate en tus vecinos, todos honorable traficante, ministro, diputao, que se sacrifican too los día para tener mejor posición y ser alguien en la vida! ¿No te dai cuenta que pa’ progresar tení que tirar lah manoh y no dedicarte a ser honrao? ¡vicioso‘e mierda! Má encima, tu vecina te denunció porque mandai a loh cabroh chico a la escuela y los obligai a estudiar, a levantarse temprano y sacarse buenas notas. ¡pero como se te le ocurre! ¿los pensai convertir en una vergüenza pa’ la sociedad? ¿o me vai a decir que no sabí que saben más que loh profe y que nunca le han aforrao a ninguno?. Por culpa tuya, tu mujer no te ha pegao nunca en la nuca, no te ha quebrao una garrafa en el mate porque tampoco llegai curao ni te habí perdío una semana de la casa…¿Y con toas estas prueas me querí decir que soy inocente?. Ni garabato echai, llevamos treinta minutos en la casa y no me habí sacao la madre, ¿Cómo podíh ser tan mal enducao y vaca?. Ya, vamos andando al cuartel porque estai detenío. ¿encontraron algo, una pistola hechiza, un estoque, un cuchillo, un sable?, ¡nada! O sea, tai condenao, no teníh ná a favor!
Horacio V, perro filósofo que vive pero en la más absoluta clandestinidad, nos informa que en el año 2051 todavía existen en Chile familias decentes y honradas que educan a sus hijos enseñándoles valores tales como la decencia, la solidaridad, el respeto y la honradez, pero que viven en las catacumbas y huyendo permanentemente de los cuidadores de esta nueva sociedad en que se convirtió el país a partir del momento en que una gran mafia, que llegó incluso al asesinato, se robó todo lo que tenía Codelco, arrasó con lo que quedaba de Ferrocarriles, saqueó el Metro, arrancó con todo el dinero que había en los municipios, a tal punto que la amplia mayoría del país, al ver a sus líderes, decidió seguir el ejemplo, dejando de trabajar para convertirse rápidamente en émulos de Alí Babá y de políticos de gobierno y de oposición, esperando solamente que vuelvan a llover cuarenta días y cuarenta noches. Horacio V confía en ser uno de los elegidos para subirse al arca en compañía de los hijos del detenido, que murió en la silla eléctrica a causa de la gravedad de sus crímenes.