Tuesday, February 17, 2009

Volver al Futuro

Estamos en el año 3005, exactamente en el siglo XXXI y en una lejana galaxia del Universo, los enviados en misión especial a la tierra, dan cuenta de su cometido al gran maestro serenísimo, tremendo cerebro y magnánimo dominador de todos los planetas, estrellas, satélites, soles, lunas, clubes de fútbol, villas miseria y poblaciones callampas.
¡Oh!, iluminado cerebro, tenemos el placer de informarte que hemos podido realizar todas y cada una de las tareas que nos encargaste, tales como lograr que los demonios americanos dejaran de invadir países y chuparse toda el agua disponible para su propio consumo. Ahora sólo toman agua mineral y comparten sus menguados alimentos con todo el continente centro americano. Los mexícolas fueron capaces, a través de las influencias de nuestras poderosas ondas cerebrales, de dejar de comer ají, con lo que la epidemia de hemorroides que mata a 20 millones de personas en ese país cada año, bajará considerablemente. Los hasta ayer criminales israelitas, se han vuelto pacíficos como ovejas, derriban muros e invitan a los palestinos a compartir casa, comida y prometen asistir en masa al Estadio de La Cisterna para el duelo del sábado contra la Unión Española. Los venezolanos están convencidos de la alternancia en el poder y buscan afanosamente quién pueda suceder a Chávez XXV. Los colombianos han puesto fin a mil años de luchas, guerrillas, narcotráfico, secuestros y similares, proclaman su país como territorio de paz y bondad y cantan por doquier “era la piragua de Guillermo Cubillos”. Los argentinos cerraron definitivamente la Iglesia Maradoniana, que a la fecha contaba con 30 millones de fanáticos, la mayoría borrachos y drogadictos. Después de nuestro trabajo, ¡Oh!, gran cabeza, montón de hiper desarrolladas células del intelecto y la razón, ese pueblo ha retomado el buen criterio y se expresa con esa humildad que siempre los ha distinguido. Como si esto fuera poco, nuestro trabajo en Chile ha consistido en eliminar casi totalmente del lenguaje nacional el vocablo “¿cachai?”, pero con mucho esfuerzo, pues sin esa palabrita, casi un sesenta por ciento de la población juvenil residente en ese bárbaro país, no puede articular frase coherente alguna, lo que no importa mucho pues ese mismo porcentaje no tiene nada qué decir.
Pero donde hemos fracasado rotundamente, ¡Oh!, iluminada testa, cerebro superior entre los superiores, ha sido en tratar de convencer a la clase política de esa larga y angosta faja de tierra, a que abandone las prácticas reñidas con la moral y las buenas costumbres y deje de meter las manos en las arcas fiscales, ya que esta sustracción se viene desarrollando desde hace más de mil doscientos años y está metida en el ADN de esos sujetos, igual que la mentira y el engaño. Para llevar adelante nuestro propósito, contactamos a dos senadores y tres diputados, los que nos solicitaron presentar a la brevedad un proyecto llamado “Hacia la honradez del siglo XXXII”, el que sería aprobado rápidamente siempre y cuando nos pusiéramos con un billetito, era necesario aceitar la nave y además había que juntar caja para la próxima campaña presidencial de Don Sebastián Eduardo Frei Piñera, pues la competencia con su rival de la extrema izquierda, el señor Ricardo Joaquín Lavín Lagos, sería bastante onerosa. Ahora, si nos movíamos rápido, ellos nos podían conseguir un listado con los nombres de los tres millones seiscientos mil cargos de confianza que existen a través del país, pero que esa información tenía otro precio. Para resumir, nuestras poderosas ondas cerebrales, nuestro inmenso poder de hipnosis, manipulación cerebral, superioridad cósmica e intelectual, no pudo hacer mella en los cerebros de esos rudos habitantes chilenos, tuvimos que despegar raudamente, debido a que mientras conversábamos con las autoridades, un funcionario municipal nos quiso requisar la aeronave por no contar con patente, lo que se arregló con unas cuantas “moneas” (en chileno en el original. N. del A.) el juez habría salido más caro, sin contar que el estanque de combustible se vació a la mitad en menos de quince minutos, sin poder explicar como pudieron hacerlo si esa tecnología aún no está a su alcance.
Tampoco pudimos ubicar al inclaudicable perro Horacio debido a que -según nos informaron- viajó a la zona del Lago Budi para tomar un pequeño descanso después de diez siglos de lucha contra la sinvergüenzura, la desfachatez y el ladroneo a nivel planetario.

GALAXIA SANTATNTURNO, 33 DE FEBRERO DE 3005.