Thursday, April 19, 2012

Candidaturas PS; PPD; DC y otras

Por estos días, según confidencia mi perro Horacio, que asegura contar con fuentes altamente confiables, se llevará a cabo la elección de la primera Directiva Nacional de Trabajadoras Sexuales, ya sean asiladas, callejeras, a domicilio, diurnas, nocturnas y de fin de semana. Diferenciándose muy poco en sus planteamientos, las ideas y programas que distintos grupos plantean apenas tienen que ver con el tiempo de duración del servicio y si diversas posiciones utilizadas o solicitadas para entregar la prestación de que se trata, deben tener distintas tarifas. En lo grueso, están todas de acuerdo.
Lo que ha llamado particularmente la atención de mi perro, es que aún cuando prácticamente no hay diferencias, haya tanto grupo interesado en participar con candidaturas propias, sin ponerse de acuerdo en una lista de consenso. Para mayor información, Horacio hace un resumen de los principales grupos, con nombre y sigla, que pugnan por hacerse con todos o alguno de los cargos en disputa.
Con un fuerte arrastre está el grupo PPD, que corresponde a las Putas Por Desgracia, que alegan haber llegado a esta noble y necesaria profesión por adversos avatares del destino, pero que cuando nomás se presente la oportunidad, disolverán el movimiento para dedicarse a otro tipo de menesteres. Poco se les cree ya que llevan como 40 años como PPD y no dan muestras de querer disolver el grupo. Mientras haya elecciones…
Uno de los grupos con más historia, es el PS. Se trata de las Putas Sinvergüenzas, orgullosas de su tradición y estirpe. Desde luego, no reniegan de su condición y abogan por la participación de las socias en distintas causas sociales, tales como entregas masivas en distintos sectores de la periferia, sin descartar giras sociales a provincias, todas con el fin de bajar el nivel de estrés en la población en general y así alcanzar un mejor nivel de vida para todos, financiado lo anterior con recursos fiscales incluidos en los presupuesto de la nación. De ser electas, dicen, hablarían con sus hijos para que aprueben el presupuesto en el Parlamento.
Respetuosas de lo que hacen e intentando poner una dosis de educación y buenas maneras en la profesión se encuentran las señoras y señoritas de la DC, conocidas también como Damas Culeadas. Si son electas, lucharán para que la iglesia católica cree una vicaría especializada en el tema.
No menos importante, aunque con ideas un tanto conservadoras no exentas de tintes militaristas se encuentra el grupo RN, que agrupa a las Rameras Nazi-anales, de quienes, se dice, prestan sus servicios profesionales también en el camino de tierra y tienen como libro de cabecera Pantaleón y las Visitadoras.
Como grupo menor, mi escurrido can ubica al PRSD, se trata de las putas ricas, sádicas y disparatadas, dispuestas a cualquier acto extremista en el ejercicio de su profesión. Si bien son pocas, dicen que hasta la fecha no han recibido queja alguna por su desempeño.
El grupo PC, que reúne a las Putas Calientes, ha presentado una candidata a la secretaría general y como se queja de escasez de recursos, hará unas jornadas de trabajos voluntarios, donde todo lo recaudado irá en beneficio de la campaña. También planean hacer un puta a puta, ¿no será un puerta a puerta? ¡Nooo!, si el término está bien utilizado, se trata de conversar personalmente con cada una de las socias y tratar de convencerlas para que entreguen el voto.
Al cierre de este artículo y como noticia en desarrollo, Horacio informa que la UDI, es decir, la Unión De Invertidos, también participará de los comicios, dado que no les cabe duda que en un sindicato como el descrito, no existe lugar para la discriminación.
Termina mi perro aclarando que esta publicación no tiene el menor ánimo de agraviar a nadie y si algunas siglas coinciden con una que otra conocida, es pura y simple coincidencia. En lo que sí está de acuerdo mi esclarecido cuadrúpedo es que las ideas, programas, definiciones y líneas políticas, brillan por su ausencia. Tanto las damas en cuestión como la clase política, se mueven en el mercado eleccionario con la mente absolutamente en blanco, tratando que los sufridos “clientes” vuelvan a poner los ojos de idéntico color.