Monday, February 25, 2008

Contra la delincuencia

¡Basta!. No se puede tolerar un día más tantos crímenes, asesinatos, secuestros, robos, violaciones, asaltos, secuestros, femicidios, parricidios, extorsiones y tráfico de drogas. Se han aumentado las penas, se construyen más cárceles, se crean juzgados, se aumentan los jueces, hay más carabineros, mayor vigilancia, nuevas leyes y la delincuencia sigue como si nada, pegando chuzazos a diestra y siniestra y tirando las manos más que general en los tiempos del “tatita”. Ni siquiera los malacates se frenan ante la ejemplar conducta de todos y cada uno de los funcionarios de confianza, que no han vacilado un instante en abrazar la causa de la transparencia y probidad, no tomando ni siquiera un peso del dinero público. En esto por supuesto, se incluyen todos los honorables diputados y senadores, que financian sus campañas con dineros de su bolsillo y pueden dar cuenta de la procedencia de cada centavo que tienen en sus cuentas personales y también en las cuentas de sus familiares.
En consecuencia, llegó la hora de poner atajo a estas sabandijas y endurecer de verdad los castigos. Como única solución, se propone que el Parlamento, ejemplo notable de honradez, credibilidad y verosimilitud, apruebe leyes que permitan que los representantes de la ley y el orden apliquen penas de encierro que incluyan además castigos físicos, tales como latigazos y similares, llegando incluso a la mutilación, la castración, trabajos forzados, sangramientos, PLRs, apretones de coquimbanos con un alicate y similares.
Como la cosa va en serio y hay que proteger la propiedad privada, la familia y la tradición, se deben cambiar los planes de vivienda para destinar esos recursos a construir campos de concentración, donde serán confinados los “malandras” con todo y familia, para que sepan estos badulaques que si tiran las manos o se “espinacean” a uno de sus semejantes, no sólo van a pagar ellos, sino también sus madres, sus parejas, sus cabros chicos, sus cuñados, sus sobrinos, sus primos, sus tíos y hasta sus abuelitos. No estaría nada de mal rociar estos campos con gas una o dos veces por año, total, se trata de la escoria de la sociedad, todos patos malos, con el único futuro de dedicarse al crimen a medida que van creciendo. Dependiendo del tipo de delito cometido, se les debería coser una estrella de algún color determinado en la ropa, así se podrían identificar con mayor facilidad.
Absolutamente en desacuerdo se muestra mi perro Horacio con este proyecto (¿se habrá vuelto coimero o estará negociando una opción a diputado por Santiago?) y apunta -según él- a la verdadera causa de la delincuencia, que no es otra que la profunda desigualdad y falta de oportunidades para los excluidos que el sistema neoliberal produce, sin contar con los innumerables mensajes a consumir recibidos día a día en los hogares más modestos a través de la “tele”, con una educación más mala que el guatón Romo, con un sistema de salud pésimo, con “Chantantiago” más encima. Es decir, concluye Horacio, si no tienes dinero no formas parte de la sociedad. Continúa el cuadrúpedo: si se aprobara esta ley, ¿cuántas PLRs, patadas en el hocico y quemaduras con fierros calientes habría que proporcionarles a los cómplices de asesinatos y torturas que hoy ejercen de honorables y se la sacan diciendo que “no sabían”?, ¿en qué campo de concentración residirían hasta el fin de sus días, los responsables del “Chantantiago”, de los robos a Ferrocarriles, a “Chilerecortes”, los que utilizaron para campañas las platas de los cesantes, los que se roban las subvenciones escolares adulterando asistencias y matrículas, los que formaron una asociación ilícita para la corrupción?, ¿cuántos, cuando y donde?
Termina mi perro manifestando que la delincuencia es un problema del tipo de sociedad impuesta, somos todos responsables y no acepta que algunos pretendan sacar las castañas con la mano del gato y hacerse los inocentes cuando son tanto o más ladrones que aquellos a quienes pretenden condenar.

Monday, February 11, 2008

Mentiras de campeonato

Somos un país ganador. Recientemente se ha hecho una selección a nivel mundial, buscando las más poderosas y fuertes “ruedas de carreta”, embustes, “chivas” y similares, aquellas con que las autoridades civiles, eclesiásticas y militares señores, embaucan a los siempre desprevenidos y mal informados componentes del otrora llamado pueblo y hoy conocido como “la gente”.
En esta selección, hemos clasificado dentro de los diez primeros ¡del mundo!, con grandes posibilidades de adjudicarnos las medallas de oro, plata, bronce, cobre, cerámica, hojalata y arcilla, gracias a la incesante producción de frases para la inmortalidad con que nos regalan día a día los encargados de dirigir los destinos de la Nación.
Mi perro Horacio, investigador noticioso de primer nivel, ha hecho uso de sus conocimientos, experiencia, contactos, sabiduría y olfato, logrando conocer no sólo las citas seleccionadas, sino que también las reacciones suscitadas, las que entrega a sus lectores de manera ¡exclusiva! para que se apronten a celebrar una nueva hazaña nacional. En efecto, entre las seleccionadas se encuentra aquella que dice: “Chile se prepara para entrar al mundo desarrollado”, se viene utilizando desde 1908 en la tardecita, por lo que en estos días la frase cumple ¡un siglo! (y más encima en huelga. Un saludo para los compañeros). Se verá entonces, que somos el país más preparado de la tierra para entrar al primer mundo, y si no lo hacemos, debe ser solamente para no dejar botados a nuestros hermanos latinoamericanos o talvez por la nefasta timidez que nos caracteriza.
“Durante mi gobierno, se podrán meter los pies, pero no las manos”: Esta frase sacó espontáneos aplausos de parte de los miembros de la comisión y uno comentó que los políticos chilenos tenían los dedos de los pies más largos de lo que nunca se haya visto. “La iglesia, queridos hermanooos, no puede aceptar entre sus filas a pecadooores, que pretendan abusar sexualmente de niñas y niños, tampoco tolerará ¡aleluya!, las tocaciones impropias ni podrán ejercer cargo alguno quienes tengan sexo indefinido”. Aprovecho la oportunidad para solicitarle al obispo auxiliar que me devuelva mis pañuelos rosados, los que dejé en la cómoda la última vez que pasé la noche allí.
“Mientras permanecí en el ejército, me preocupé personalmente de inculcar en mis compañeros de armas y también en mis subalternos, el respeto profundo por la vida y por los derechos humanos, ordenando hacerlos respetar en todo momento y cada situación”. Los especialistas aseguran que ésta corre con ventaja y es favorita de muchos países. “Nosotros, los grandes empresarios, estamos preocupados por la caída del dólar, pues los más afectados serán los pequeños empresarios y los trabajadores, las dueñas de casa. Por eso, le pedimos al gobierno que nos baje las tasas de interés, nos subsidie los créditos y nos perdone las deudas impagas, que no nos cobre impuestos, que nos proporcione mano de obra gratis, que nos pague los fletes, disuelva los sindicatos y disminuya el tamaño del aparato del Estado. ¡Ah!, y si puede, que nos regale CODELCO y una que otra cosita, sólo así podremos salir de la crisis que afecta a la Nación”. En realidad, “chiva” un poco larga, pero con visos de “ciencia económica”, lo que la hace creíble entre los más despistados.
“En el partido, no aceptaremos a nadie que no ejerza su cargo con absoluta y total transparencia. En nuestras filas no tienen cabida los coimeros, los ladrones, los tramposos, los sinvergüenzas y los abusadores”. (En voz baja: Presidenta, pero si hacemos eso nos vamos a quedar solos. Respuesta en voz aún más baja: ¿usted y quién más camarada?). Al pedir Horacio una lista con nombres y apellidos, se le contestó que eso era posible, pero ¿de cuánto estaríamos hablando?
Pero he aquí la frase más poderosa de todas aquellas que se hayan dicho jamás, la que por su naturaleza, oportunidad y fuerza, logra un lugar destacado y tiene inmensas posibilidades de coronarse con la preciada medalla de oro. Mi perro no desea restarle méritos a su autor y publica su nombre, no vaya a ser cosa que otro falsamente se la adjudique. En fin, la aseveración es de Smerdiakof Kortazovich quien inefablemente ha dicho: “durante su segundo año de existencia, el “Chantantiago” funcionará a plenitud, terminando con los largos tiempos de espera, con buses nuevos, cómodos, rápidos, sin evasión y sin pérdidas, entregando una óptima atención, a la altura (¡otra vez!) de la locomoción colectiva de los países desarrollados”
Como se aprecia, tenemos todas las chances de lograr el campeonato mundial y seguramente retenerlo durante muchos años, debido a que material existe y de sobra. Opina mi perro Horacio que aquí se dan las condiciones innatas para este tipo de bestialidades y no se explica como la gente es capaz de aguantar tanto, limitándose a salir a las calles cuando ganemos por paliza, a gritar fervorosamente ¡y ya lo ve, y ya lo ve somos campeones otra vez!