Monday, March 26, 2007

La estafa del siglo.

Este es un capítulo especial del programa más visto de la televisión chilena: ¡Mea Culpa!. La historia del más vil, espeluznante y aterrador engaño jamás visto en la historia criminal. Las escenas filmadas contienen imágenes de violencia desgarradora, no aptas para menores de dieciocho años, ni para personas enfermas del corazón, diabéticos, hipertensos y embarazadas. Los televidentes con problemas de estrés, angustia y depresión, al toque de gong, sírvanse cambiar de canal. A continuación y con permiso expreso de Foxley, unos comerciales para volver con la primera parte.
Los antecedentes previos a esta diabólica trama dan cuenta de un individuo normal, como aquel que usted ve todos los días en cualquier lugar de Santiago, más no es posible determinar en qué momento sufre grandes trastornos que comienzan a incubar en su extraviada mente sueños de grandeza y a concebir la forma de pasar a la posteridad como el iniciador de la “gran obra”, merecedora de un lugar preponderante en la historia patria. Quizás si los primeros indicios de insanía se manifiesten en su molestia al recibir preguntas relativas a corrupción, trabajos de sus familiares y amigos, Mop-gate y otros. En su delirio, terminó retando a todo aquel que osara contradecirlo.
El 21 de mayo de 2002 (imágenes de archivo), este individuo está a punto de traspasar el umbral de la cordura, falta un segundo para que su vida llena de galardones, no sirva para contener el instante de comunicación con el Mandinga y pronuncie lo siguiente (continúa la acción, mientras por una de las puerta del Congreso desaparece Carlos Pinto): Durante mi Gobierno, ¡se realizará la más profunda transformación del transporte público metropolitano! Nunca más largas esperas, no más demoras en los viajes, no será necesario usar autos, el metro llevará sólo pasajeros sentados, desaparecerá la congestión y será ¡más barato! A pesar de la voces en contrario, incluso en contra de lo aconsejado por Agarrete y Rapiñaquis, expertos estafadores y con un prontuario de más de 40 años, el aprendiz de infame no desistió de su engaño y se dio a la tarea de preparar el balurdo con el que contaría el cuento del tío a millones de usuarios.
Como tamaña tarea no la podía llevar adelante en solitario, buscó secuaces entre toda su manga de aduladores, y el expediente que se lleva en el Primer Juzgado del Crimen de Santiago, en el tomo (¡salud!) III a fojas 101 E alimentador, da cuenta del apodo de sus cómplices: Germán “Gonorrea”, “Nomestehuez”, “Guachiperry” y últimamente “Pendejo”, en su calidad de ejecutor, vocero, troncal y clon.
El 10 de febrero de 2007 a las seis de la mañana, llevaron a efecto su fechoría, defraudando a cinco millones de chilenos y ocasionándoles un daño nunca antes visto, con pérdidas de cientos de miles de millones de pesos. La policía, en una rápida acción, sólo pudo capturar a “pendejo”, quien desde Santiago I, a través de un teléfono y separado por un vidrio, accedió a conversar con Mea Culpa. Este es su testimonio: pido perdón a todas las personas a quienes causé tanto daño y humillación, pero yo no sabía en qué estaba metido, fue el “Ricky” el que me dijo que todo iba a resultar y no nos iba a salir ni por curados. También le pido perdón a mi viejecita, pues se sacrificó para que yo estudiara, pero por las malas juntas, miré a donde llegué, don Carlos. ¿Está usted arrepentido? ¡por supuesto! ¿Cómo no voy a estar arrepentido? ¿ha llorado? Todas las noches y a cada rato (dos gruesos lagrimones caen por la cara de “Pendejo” ¿Lo volvería a hacer? ¡jamás!, ahora quiero ser un hombre que le sirva a la sociedad. Sólo espero cumplir mi condena y buscarme un trabajo decente. Mientras tanto, aquí aprendo a fabricar guitarras y espero tener el dinero para comprarme una bicicleta para ir a mi casa cuando me salga la libertad dominical.
Al término de las grabaciones, “Ricky evadía la acción de la justicia en España. Se despachará una orden de captura internacional para que responda por la autoría intelectual del ilícito.
Este capítulo contó con la actuación especial del perro Horacio en el papel de “Ricky” el maldito. Auspiciado por Bam Bam. Filmado en los estudios TKG.

Wednesday, March 14, 2007

¡Malditos!

Finalmente la concertraición lo ha logrado. Cuando muchos pensaban que no era posible ser más desgraciado que el fenecido sátrapa, nos deleitan con la peor de las desgracias, nada más ni nada menos que el Transantiago, señores. Lo que no pudieron las metralletas lo ha logrado un simple mortal haciendo que el pueblo esté en pie a las cuatro de la mañana sin toque de diana y que camine veinte o treinta cuadras diarias sin necesidad de marchas, voces de mando o saludos a la bandera. Como si esto fuera poco, se debe esperar a que pase el bus amarillo, ahora pintado de gris, verde, azul o rojo para avanzar un tramo, apretujado y desguañangado hasta decir basta, luego esperar otra media hora y abordar un nuevo bus para un nuevo envión, bajarse a esperar otra media hora y así sucesivamente por los siglos de los siglos.
Pero si alguien, cándido hasta decir basta, cree que el sadismo y la infamia llegan sólo hasta ahí, está totalmente equivocado, pues el sistema, con sus vías exclusivas y segregadas ha traído la infelicidad suprema también a los automovilistas, que miran con desesperación las tres pistas vacías en la Alameda mientras ellos avanzan a ¡cuatro kilómetros por hora! en el infernal taco de las horas punta. ¿Y eso es todo?, ¡equivocados señores!. El Metro, hasta antes del Transantiago orgullo de los capitalinos, ahora es un mar humano, avalanchas de sufrientes luchan con dientes y muelas para poner un pie en un carro y poder llegar a tiempo al yugo. Sangre, sudor y lágrimas pues por culpa de la “genial idea” ya se produce la primera víctima fatal, sin contar que los infaltables degenerados aprovechándose del tumulto, tiran las manos más que funcionario de “Chilerecortes” y hacen su agosto agarrando potos, tetas y restregándose contra los delicados cuerpos de las sufridas féminas, todo gracias a la brillantez del maldito sistema de transporte público puesto en vigencia por estos hijos de mala madre.
No menos sádicas han sido las explicaciones dadas por algunos personeros concertraicionistas, específicamente una senadora y un senador de la desgracia cristiana, no encontrando mejor forma para explicar la humillación y el vejamen diario ejercido contra los más pobres, al decir que “para hacer una tortilla se deben quebrar huevos” ¿qué significa tamaña estupidez?. Lo cierto es que diariamente el Malsantiago le pega varias patadas en las que te dije a los que precisamente debiera beneficiar, a mansalva, en despoblado y con alevosía.
Mi perro Horacio, bajándose de la bicicleta, su exclusivo medio de transporte desde el diez de febrero, concuerda con la senadora cuando dice que ¡en ninguna parte del mundo! se ha puesto en práctica un sistema como éste y más encima para seis millones de personas, ya que únicamente en Chile se les podía ocurrir (en otros países la inteligencia aún existe) y seguramente en cualquier otro lugar del planeta estarían todos bajo tierra y los buses volcados, apedreados e incendiados. Termina mi perro con el siguiente recado para el señor Ministro de Transportes: Espejo, no te deseo mal, pero ojalá que cuando te echen del Ministerio, encuentres un trabajo donde tengas que ir en el Transantiago, usando tres buses de acercamiento, un troncal y por último el metro para que te corran mano de lo lindo unos degenerados y te sobajeen tu escuálido trasero, y que a pesar de haberte levantado a las cuatro de la mañana, llegues atrasado y tu jefe te despida y tengas que volver a casa ¡de nuevo en el Malsantiago!.
Nota: mi perro también recibe comentarios en la siguiente dirección electrónica: pcuadrav@yahoo.com