Monday, August 20, 2007

Corporación de ayuda al necesitado

Cuando era cabro chico, el papá le daba como bombo en fiesta. Sin embargo, este infante nunca perdió la ilusión de ser alguien en la vida y aprovechar le experiencia que adquiría cada vez que era depositario de la salsa de patadas que su progenitor descargaba sobre su escuálida humanidad. A los once años pensó en ser político, pero comprendió que el mercado estaba saturado y para alcanzar fortuna por ese medio, era necesario desprestigiarse, aprender a mentir y quizás, a lo mejor, actuar al margen de la ley o ser como la Laurita, desaforada por quedarse con las platas de los desempleados en la Quinta. A los catorce pensó que una buena idea era transformarse en entrenador de fútbol y acceder a los millones y millones que una asociación paga para que su selección sea eliminada en las rondas iniciales, no por culpa del adiestrador, sino porque los malos son los jugadores y mientras no se trabaje desde las bases, seguirán ganando únicamente la Coca Cola, la televisión y los periodistas, pero como el cargo es apenas uno y el niño no tenía la labia suficiente para hablar tanta y tanta imbecilidad junta día tras día, renunció a esa idea. A los 17, todo apuntaba a que finalmente seguiría el camino del delito, pero con tanto parlamentario, ministro, subsecretario, intendente, gobernador, alcalde, concejal… combatiendo este flagelo, desechó ese camino.
Recién a los veinte años comprendió que su camino era formar una corporación.
Así nació la CORNIPAPA, prestigiada organización cuya sigla significa Corporación del Niño Pateado por su Padre, con personalidad jurídica y avalada por las más importantes “figuras” de la TV chilena. Desde luego, “Chochito” actúa legalmente, ya que nunca ha dicho que la plata es para “los” niños, sino que pide solamente para “el” niño. Modestamente, reúne 600 millones de pesos por año, el “niño” tiene a su disposición todo lo que quiera y el ahora hombre se mata de la risa lucrando con la inocencia de la gente. Para iniciar una tradición familiar en el rubro, patea diariamente a su hijo, así lo prepara para que se haga cargo de la corporación cuando este choche’su madre decida retirarse a gozar tranquilamente de sus riquezas.
Recuerda mi perro Horacio que lamentablemente, historias de ruindad como esta no son únicas, pues es posible ver a variadas organizaciones de “ayuda a la comunidad” (Chilerecortes no estás solo), mendigos, pedigüeños, chamanes, gurúes, predicadores, espiritistas, sanadores, astrólogos, tarotistas, cuenteros, adivinadores y similares, jugando y enriqueciéndose con la buena fe de la gente. Según mi cuadrúpedo ya lo advirtieron hace muchos años Les Luthiers cuando al finalizar uno de sus conciertos cantaban: “del comerciante escondido te tienes que defender, que cuando estés distraído, algo te querrá vender”. Por supuesto recuerda Horacio, existen organizaciones de beneficencia que efectivamente cumplen su labor y no se echan ni un cobre al bolsillo izquierdo, pero si esta sociedad en que vivimos fuera desarrollada, no existirían tantos grupos en riesgo social ni necesitando vivir de la caridad pública, debiera ser el Estado a nombre de toda la sociedad quien se encargara del bienestar, seguridad y reinserción de los mismos.
Para finalizar, mi perro ha propuesto la creación de una fundación para ayudar al político honrado, pero desgraciadamente el único que cumple con los requisitos para pertenecer al grupo, ha sido recientemente internado en una clínica psiquiátrica por la directiva de su partido, ya que no cumple con los lineamientos básicos de la colectividad donde ha militado los últimos treinta años.

Sunday, August 12, 2007

Sueldo ético

Si usted creía que en Chile, específicamente en los sectores “concretraicionistas” y también entre la manga de desatinados que conforman la oposición de derecha, no había un atisbo de ingenio e inteligencia, permítame decirle que está muy equivocado. Apenas escucharon al curita proponiendo fijar un sueldo ético para los más necesitados de “tellebi”, de inmediato saltaron a la palestra autoridades, dirigentes y parlamentarios para demostrar que aún viven y que en cualquier momento pueden dar origen a dos o tres “Chantantiagos” sin mayor esfuerzo. Ahora se han mostrado absolutamente de acuerdo con fijar un sueldo ético y apenas difieren en el monto y en quién debe ser el encargado de ponerse con los morlacos. Quizás si el más patudo haya sido “Piñata”, al querer fijarlo en 250 “luquitas”, siempre y cuando sea Moya quien lo pague, en ningún caso los empresarios, pues sus bolsillos no pueden ver disminuir, ¡por ningún motivo!, tanta ética acumulada a través de los años.
Gritos, aullidos de contento, se escucharon en los ministerios del área social, debido a que con la fijación del sueldo ético se acabarán los pobres. Ahora todo estará definido a partir de la ética. Es decir, si antes una persona era pobre, ahora será anti-ética y si de indigentes se trata, pasan de una plumada a la historia, transformándose de inmediato en eticondríacos. En el otro extremo, ya no hay personas excesivamente ricas o multimillonarias, ahora los conoceremos como personajes provistos de una gran ética. En fin, si quiere comer bien, estudiar, tener una casa decente, viajar cómodo, adquirir un autito, no es necesario preocuparse del esquivo money, basta con que usted tenga ética, mientras más logre acumular, mejor mirado será. Y si no tiene ni siquiera una pizca de ética en el bolsillo, no se preocupe, morirá de hambre, pero no por ser pobre, ni siquiera por haber sido golpeado hasta la saciedad por este infame sistema neoliberal que cada vez más concentra la ética en unos pocos, morirá digo, por que no fue capaz de alcanzar niveles éticos que le permitieran continuar su paso por esta vida.
Desde luego, autoridades, parlamentarios, dirigentes políticos y funcionarios de confianza, recibirán sus emolumentos en dólares, debido a que el conflicto que se produciría si reciben sueldos éticos produce una contradicción total y absoluta entre un diputado y la ética, por citar apenas un ejemplo. Es más, interrogado un operador político sobre los alcances de la palabra, no supo articular frase coherente y terminó disertando sobre las bondades de la marraqueta en la dieta hipercalórica.
Mi perro Horacio, documentándose antes de opinar, nos ilustra sobre la palabra ética y según el diccionario Pequeño Larousse, edición 1989, significa “parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre”. Justificadamente se pregunta si recién ahora en el siglo XXI, los representantes patronales advierten que los sueldos que pagan son absolutamente inmorales y que jamás han cumplido sus obligaciones con los asalariados, o será que “Mangueira”, “Colloma” y desubicados similares se estarán refiriendo a la segunda acepción del término, pues según mi perro y basado en el mismo texto, ético también significa tísico. Horacio cree que esto último es lo verdadero y rechaza que estos badulaques se escuden en los pequeños y medianos empresarios, pues en promedio, pagan mejor que las grandes empresas. Termina agradeciendo mi can que el almirante goce del aceite hirviendo en el averno, de lo contrario capaz que nos “beneficiara” con un sueldo “etílico”.

Sunday, August 05, 2007

Pandilla de criminales

Si usted cree que el terror que viven los vecinos de la población Santo Tomás por las andanzas de los guarenes y los phillips es brutal, significa que no conoce lo que pasa en la población Chile, donde dos pandillas llevan más de treinta años atemorizando, robando, matando y horrorizando a sus habitantes. Se trata de los “concertas” y los “chupapí”, dos grupos de maleantes de marca mayor, que en todo el tiempo que llevan cometiendo sus fechorías, no han dejado barbaridad por hacer. Fíjese que los “chupapí”, aliados con los “burros” (parece que de ahí les viene el nombre a los “chupitas”), otra banda de criminales comandada por un salvaje conocido como “el huaso bruto”, se robaron empresas completas, mataron, torturaron y sembraron el terror por toda la población Chile. Debido a que murió “el huaso bruto” y varios integrantes de los burros están presos, ahora los “concertas” le quitaron el poder a los chupapí y hacen de las suyas de noche y de día por las calles y sitios eriazos de la “pobla”. La última de estos desgraciados, fue sacar de las calles las micros amarillas para pintarlas verdes. De esta manera, torturan a la gente de la población, pues tiene que esperar horas y horas locomoción, siendo así víctimas de los malacatosos. Como son malos, de maldad absoluta, exigieron a los “chupapí” les entregaran 290 millones de dólares, de lo contrario también sacaban las micros verdes y la población se iba a cocer de una, ¡loco!.
Los más conocidos dentro de los concertas, son el “Ricky”, de quien se cree todavía sigue siendo el jefe, el enano maldito, el “Colorín”, el Nelson, el “Care bagre”, el “Chivato”, el “Cirujano”, la Maruja, la “Petu”, “Chapuzón” y “Tontolini”. Sin embargo, ahora último se han enfrentado al resto de la banda Chapuzón, el Colorín, el Care bagre y el Nelson, no se sabe si para formar otra pandilla o para que el botín se reparta mejor, sobre todo las platas que les quitaron a unos pobres desempleados y ocuparon parte de ellas para pintar las murallas del sector con leyendas tales como vivan los “concertas” y mueran los “chupapí”.
La guerra entres estas dos pandillas está desatada y los chupapí esperan pacientemente que sus rivales se descuiden para ponerles los fierrazos, afilan los sables y los estoques sabandijas tales como el “Piñata” (supuestamente el jefe), el “Colloma”, el “Mangueira” el “Care Mapa”, el “Tontín”, la “Evelyn”, la “Yaque”, la “Lili” y Alvaro Ladrón, traficante de drogas y mentor intelectual de este grupo de monreros, lanzas, escaperos, mecheros, cogoteros, estafadores y ladrones de bancos. Por supuesto, los únicos que pierden son los modestos y honrados vecinos de la población Chile, que pagan peaje a todo tiro y sin dolor.
Mi perro Horacio, con su “canuto” a mano por cualquier cosa, opina que los habitantes de la población deben organizarse cuanto antes para expulsar a todos estos delincuentes que han hecho de la vida de la población un infierno. No se trata de elegir entre una u otra banda, dice mi perro, sino que echarlos a todos ya que se trata del mismo animal con distinto pelaje. Y a propósito de pandillas, tales como los guarenes, los phillips, lo batos locos, los mexicanos o como quiera que se llamen, Horacio opina que son el resultado del traspaso de bazofia cultural extranjera, de la estupenda “enducación” “shilena” y del perverso sistema neoliberal, ¿o me van a decir que en los sectores marginales de otros países donde se impone el desgraciado modelo, esto no ocurre?