¡Bestia, animal!
Demostrando, ¡una vez más! que
Chile está por sobre la mayoría de los países del mundo en cuanto a innovación
y emprendimiento y que no sólo ocurre en el campo de quienes trabajan por
cuenta propia, sino que también sucede en el ámbito de trabajadores asalariados,
ya que hace unos días hemos visto la ¡tremenda! e innovadora noticia de un gato
que permaneció ¡cinco días! arriba de un árbol. ¡Esa sí que es noticia! Como
nos deben envidiar aquellos que no tienen la dicha de vivir en este país, donde
periodistas universitarios de gran nivel son capaces de llevar a la pantalla
chica un hecho de trascendencia ¡mundial!, ¡un gato arriba de un árbol! y más
encima, ¡por cinco días! Hay consenso en los círculos académicos en el sentido que
la historia nacional de la primera mitad del siglo XXI se dividirá en dos
períodos: antes del gato y después del gato.
Pero como de profesionales de
primer nivel se trata, no sólo mostraron imágenes de micifuz, sino que además entrevistaron a la dueña del
gato, a las vecinas de la dueña, a la persona que vio como el animal se
encaramaba al árbol y también a un grupo de muchachos enfiestados que pasó por
debajo del árbol a las tres de la mañana del día sábado y que sintieron al gato
maullar con cierta desesperación y desencanto. Como los sábados en la madrugada
de fiesta se trata, le ofrecieron un “copete” al minino recibiendo una negativa
triste y felina. Los ágiles de la prensa
trataron de ubicar a dos perros callejeros, presuntamente responsables de la
subida del gato al árbol de ¡quince metros de alto! los que no fueron habidos,
razón por la cual no aparecieron en pantalla ni tampoco ofrecieron
declaraciones.
Por ser una noticia que revolucionará las formas y
también el fondo del trabajo periodístico, el canal le dio cinco minutos al
gato, uno por cada día que pasó en el árbol. No se informó sobre las
características del árbol, pero las imágenes permitieron reconocerlo como un
vulgar pino insigne, poco digno de más participación en esta verdadera bomba
noticiosa y más encima ¡en exclusiva!
El mismo día del gato en el
árbol, se cayó un trabajador de la construcción desde un tercer piso, falleciendo en el lugar del accidente,
lo que significó para él un minuto en pantalla. ¡Obvio! No tienen comparación un
gato con un humilde obrero. Es decir, la
vida de un joven de 21 años vale la quinta parte del gato.
Mi perro Horacio se contiene para
no destrozar la pantalla del televisor y no soporta ver el despilfarro de recursos
en noticias sin la más mínima importancia, utilizándolas como una manera de
desinformar, práctica habitual de todos los canales de la televisión chilena,
ocupados en perros, gatos, bailes, comidas típicas, lugares de descanso y de
veraneo, sin contar la farándula, con la que terminan de estupidizar a gran
parte de la población y que se exhibe en programas aparte. Deliberadamente se
omiten noticias que darían algunas luces sobre temas que la amplia mayoría
ignora, tales como que la hermana República Argentina tiene los mejores índices
de crecimiento de la región, superiores a Chile y también que estamos aislados
en el concierto sudamericano, gracias a la política exterior de Piraña y su
Ministro de relaciones exteriores, sin contar con nuestro aire de superioridad
y arrogancia respecto de nuestros vecinos. La típica soberbia que otorga la ignorancia, esa que se mantendrá mientras más del 90% de la
población se informe por televisión de la vida y milagros del gato arriba del
árbol.