¿Trajo su prontuario?

El gobernador de Concepción, lavó dinero para Colonia Dignidad, visitó al tío Paul cuando estaba prófugo en Argentina y “escuendió” a un muchacho que fue abusado sexualmente por el Fhürer de ese enclave hitleriano. El gobernador de Cautín tiene más de 23 querellas en su contra por giro doloso de cheques, huyó de la justicia “escuendiéndose” en Argentina (otra vez) y sólo volvió cuando las acciones judiciales en su contra habían prescrito. La gobernadora de Tierra del Fuego será encausada por fraude al Banco del Estado en la comuna de Porvenir, se espera que no huya a la Argentina (“¿vai a seguir?”). El gobernador de Los Andes, registra en Dicom, 147 cheques impagos, la mayoría tienen que ver con pagos de imposiciones a sus trabajadores. Por cualquier cosa, tiene previsto trasladarse…¡a la Argentina!
De estos cuatro, sólo el pro nazi de Concepción ha sido defenestrado. Los otros, a pesar de sus pasados y presentes reñidos con los tribunales, siguen ejerciendo la representación gubernamental de la era “Piraña” en sus respectivas provincias.
Pero estos ejemplos son unas vulgares patitas de jaiba comparados con el numerito que se acaba de mandar el propio “Piraña” en la venta de sus últimos paquetes de acciones de una aerolínea. Legalmente, acaba de eludir el pago de 50 millones de dólares en impuestos como resultado del plan de venta ideado para deshacerse de sus activos financieros. Todavía no se deshace de su canal de televisión, pues probablemente estudia la mejor forma, esa que le permita pasar por el aro una vez más a papá Fisco y no pagar ni un céntimo de impuestos, tan necesarios para la reconstrucción nacional, esa que él y sus ministros tanto cacarean y para la cuál se necesitan miles y miles de millones de dólares. Y eso que este ciudadano modelo es el mismísimo presidente de la República. ¿Qué le va hallando?
Como si esto fuera poco, han nombrado como subsecretaria del Ministerio de Obras Públicas a una abogada que hasta ayer patrocinaba una demanda por 28 millones de dólares contra…¡el Ministerio de Obras Públicas!. Aguántese un poquito, si todavía tenemos más, el encargado de concesiones del Ministerio de Obras Públicas pertenece a una empresa concesionaria y era nada menos que el vicepresidente de la asociación de empresas concesionadas. Declararon ambos que no se producían conflictos de intereses pues para ellos primero que todo está el amor que sienten por la patria, la bandera y la canción nacional. Han jurado de rodillas, sosteniendo una biblia y una réplica de la espada del sátrapa, que cuidarán los dineros fiscales como algo sagrado, llevándose todo el que puedan para sus casas, no vaya a ser cosa que aparezcan los ladrones y se lo roben.
No para allí la excelencia. El intendente de Santiago es propietario de una constructora y varios de sus edificios, esos de altísima calidad constructiva, seguros, eficientes y de excelencia, se han venido al suelo debido al terremoto. Hasta el momento, no hay soluciones y los propietarios de los departamentos siguen durmiendo en carpas al lado de sus edificios y también gracias a la caridad de sus familiares. ¿Sabe usted con quién ha hecho un convenio este intendente para que revisen las construcciones en altura en la Región Metropolitana y digan si hay que demoler o se pueden arreglar? Exactamente, señor Juez, con la nunca bien ponderada Cámara Chilena de la Construcción, la misma que construyó los edificios ahora por el suelo en todos los sectores terremoteados. ¿Conflicto de intereses?, ¡Jamás!, ¿cómo se le ocurre?, no sea mal pensado y deje de sangrar por la herida, no intente mezquinos dividendos políticos, ¿por qué no se dedica a construir, mejor?
Mi bajoneado perro Horacio no puede creer como estos desatinados han nombrado a esta manga de delincuentes para que ocupen cargos de gobierno, ¿no era que se trataba de un gobierno de excelencia?, ¿de qué estamos hablando, si estos simples nombramientos demuestran que sólo hace falta que nombren ministro al nunca bien ponderado Arsenio Lupin y como jefe de gendarmería nada más ni nada menos que al “Mamito” Contreras, una vez que Piraña le otorgue amnistía?. Si bien es cierto, dice mi perro, que la gente se cansó de los gatos de campo de la “concertraición”, nunca se imaginó caer en las garras de estos verdaderos profesionales de la rapiña. Razón tiene el escritor argentino Antonio Dal Masseto cuando en su libro Crónicas Argentinas escribe qua para iniciarse en la carrera política se necesita un nutrido prontuario, de lo contrario, las fieras que ejercen el oficio se lo comerían con todo y zapatos. ¡Oh! Y ahora, ¿quién podrá defendernos?

Terremoto en Chile

Es cierto. Aquí en la población, el terremoto no causó mayores estragos. Sólo unas cuantas copas, vasos, jarros, platos y también botellas se vinieron al suelo. Fue más el alboroto, el bullicio, la gritadera de las viejas, ¡lávame con tu sangre señor!, ¡lávame con tu sangre!, ¡por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa! El copete no se perdió porque ahora último lo compramos en cajitas, buen invento, para qué estamos con cosas. Una vez repuestos del susto, aunque todavía con un poco de tembladera, había que organizarse para resistir lo que viniera. Amaneciendo nomás, nos enteramos que el comercio mantendría cerradas sus puertas y nosotros en la “pobla” y también en el condominio y desde luego en el departamento de setenta y cinco millones de pesos, no teníamos ni siquiera para parar la olla. En eso pasó el “Jimmy” con el “Brayan” y el “Jonatan” y “loh” dijo: “cabroh, vamoh al super y traímoh algunah cositah”.
Cuando llegamos, ya las puertas y mamparas estaban de par en par, con la gente sacando de todo lo que pillaban, para el hambre y también para la sed. Yo me embalé en primera con un LCD Sony de treinta y siete pulgadas inglesas, a mi vecino le tocó un equipo de música y una comadre de la población salió cascando con un “pulento” microondas. Nooo, no es saqueo, no ve que nosotros no somos delincuentes, sólo que en situaciones extremas había que conseguir productos de primera necesidad, alimentos, pañales, agua, velas, pero llegamos tarde y no se puede perder el viaje, no ve que es mala suerte. Además, pensándolo bien, la tele va a servir para cuando llegue la “luz” y si algún vecino quiere ver en “mi” tele, bienvenido sea. Don Mario seguro va a poner su equipo de música a todo chancho y vamos a gozar como caballo. ¿El horno?, ¡pa’ calentar la comí’a!, ¡primera necesidad!, inglés a tres cabezas, ¿o no “decís” tú?
¿Qué salieron los “milicos”?. Bien me parece, ¿no ve que anda tanto ladrón y sinvergüenza suelto? ¡Mano dura presidenta! ¡a correrles bala a los “patos malos” y a los “güeones” aprovechadores!
Mi perro Horacio, escondido debajo de una mesa y con un saco de veinte kilos de alimento para perros de dudosa procedencia, siente una vergüenza y una pena que ni le cuento. El terremoto ha mostrado, dice, lo peor de la sociedad chilena, con ciudadanos exhibiendo en un momento difícil para el país y sus habitantes, un comportamiento bárbaro, canalla, desgraciado y criminal. No sólo se contentaron con saquear cuanto negocio se puso a su alcance, llevándose para sus casas lo que encontraron a mano, sino que también acudieron, como vulgares buitres, a las zonas más vulneradas por el movimiento y arrasaron con las pocas pertenencias útiles que les quedaron a los sufridos damnificados. Según mi cuadrúpedo, esto no es ni más ni menos la consecuencia de una sociedad educada en la carencia absoluta de valores, donde lo único que se enseña es el amor por el billete y también donde se es persona según la cantidad de bienes que se posee. Como en las escuelas libremercadistas y chicagueanas se aprende que cada problema se puede transformar en una oportunidad, qué mejor ocasión que un terremoto para mejorar nuestra posición social. Total, nadie valora la decencia, la moral, la ética, sólo se valora el tener, por eso que la televisión chilena endiosa a una puta por robar a un incauto japonés una millonada de dólares. Los ejemplos suman y siguen, dice mi perro, pero por ahora da por terminado este artículo pues le acaban de informar que hay un saqueo en tres tiendas de joyas, tan necesarias cuando ocurren estos cataclismos. Si llega a tiempo, la próxima semana podremos verlo con una cadena con la imagen de San Roque, patrono de los perros. Amén.